sábado, 13 de diciembre de 2014

¿Por qué se usa la turba en el cultivo ornamental? ¿Cuál es su origen?

La turba es un material orgánico, de color marrón oscuro y rico en carbono. Su composición es esponjosa y ligera. Y, es de origen glaciar.


Fuente: Turberas de Padul, Sierra Nevada, Granada.

En la década de los 60 en Estados Unidos, concretamente en Canadá, descubrieron que la turba servía para el cultivo de plantas. Antes de eso, se solía utilizar como combustible.

La formación de la turba se elabora a través del proceso por el que la vegetación se transforma en carbón mineral. Se consigue como consecuencia de la putrefacción y carbonificación de la vegetación en el agua ácida de humedales, pantanos y lagunas.



Fuente: Proceso de formación de una turbera de origen glaciar, Turberas de Chiloé.

Su formación es relativamente lenta en climas fríos debido a la escasa actividad microbiana, a la baja concentración de oxígeno y/o la acidez del agua. Se calcula que aproximadamente una capa de diez centímetros de turba puede tardar alrededor de cien años en formarse.

Se suele decir que las capas inferiores mueren y se van transformando mientras que en las superiores sigue la vida vegetal.

La turba en jardinería se utiliza para mejorar suelos por su capacidad para retener el agua. Pueden ser de diferentes tipos (rubias o negras) y con diferente nutrición vegetal (pH).

Normalmente, todas las turbas llevan controles fitosanitarios durante todos los procesos de la producción por diferentes laboratorios para asegurar a sus fabricantes el cumplimiento de control sobre: mosca de la turba, análisis sobre la presencia de semillas, autocalentamiento e incluso la radioactividad.

Una de las mejores turberas de España se encuentra en la Sierra del Gristral (Serra do Xistral), en el norte de Galicia. Favorecida por sus abundantes lluvias y la niebla procedente del mar, todas estas condiciones climáticas contribuyen a empapar las extensas turberas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario